Carlos Souto

El XV del León, la selección masculina de España solo ha acudido a una Copa del Mundo de rugby. Dicho acontecimiento tuvo lugar en 1999 y el Oviedo Rugby, equipo de División de Honor por aquel entonces, envió a cuatro jugadores. En esa expedición destacaron especialmente dos hermanos formados en el club y muy queridos en el contexto del rugby asturiano, es a uno de ellos a quien tengo el privilegio de entrevistar hoy.

Carlos Souto Vidal (1976) comenzó sus andanzas rugbísticas en el Pilier de Grao (1991-1993), para más tarde comenzar a jugar en el Oviedo Rugby durante ocho temporadas, un tiempo que le sirvió para forjarse una reconocida reputación en el rugby español. Tras sus años en el Oviedo, Souto pasó un breve periodo de tiempo en Alcobendas (2001-2003) y nueve años en el Salvador de Valladolid (2003-2012), club en el que demostró ser una pieza fundamental de la delantera. Su carrera deportiva profesional acabó prácticamente donde empezó, esto es, con una última temporada en nuestro querido ORC (2012-2013).

Su paso por todos estos equipos dejó numerosos éxitos y galardones por el camino. Por una parte, para el ORC Carlos Souto fue uno de esos jugadores que luchó para que nuestro club se mantuviese tres temporadas en la máxima categoría del rugby español. Por otro lado, con Alcobendas conquistó una liga, la del 2002, y con El Salvador cuatro (2004, 2007, 2008, 2010). A sus años en el Salvador no les faltaron ni esfuerzos ni resultados, pues en ellos Souto también pudo meterse en el bolsillo cuatro Copas (2005, 2006, 2007, 2011) y otras cuatro Supercopas (2005, 2006, 2007, 2008).

La primera vez que nuestro protagonista es llamado a las filas del XV del León data de 1995, durante una gira por Sudamérica, lo cual más tarde le llevaría a debutar en un partido oficial contra Rusia que tuvo lugar en abril de 1996. Años más tarde, en 1999, se hace evidente que Souto es un jugador importante para la Selección, pues fue titular en los tres partidos que disputó el XV del León en el Mundial.

Como muchos de los que estáis al otro lado de la pantalla sabéis, el rugby no se deja cuando “cuelgas las botas”, pues siempre hay algo que hacer en y por el Club. Así, siguiendo esta especie de “tradición”, tras sus años como jugador, Carlos Souto comienza a desarrollar una importantísima labor como entrenador en las categorías inferiores del club, una labor que dejó una profunda huella en muchos de los jugadores que a día de hoy juegan en el Primer Equipo. Además, actualmente Carlos Souto desempeña un rol muy importante en el Senior Femenino de nuestro club, pues entrena, junto a Irma, a la categoría mencionada.

No son pocos los nombres ilustres que han vestido nuestra camiseta, orgullo de todos nuestros jugadores, sin embargo, pocos han sido capaces de conjugar tan bien el alto nivel competitivo, el saber estar, la calidad humana y el éxito en su desempeño como jugador. Por todo ello y para rendir homenaje a aquellos que participaron en el Mundial de 1999, el único hasta la fecha, así como para celebrar la clasificación para 2027, consideramos que es momento de presentaros, si es que no lo conocéis, a Carlos Souto. Trataré de estar a la altura (rezad por mi).

 

¿Cómo llegaste al rugby? ¿Cómo llegó el rugby a la familia Souto Vidal?

Benjamín López, que había sido internacional Junior de rugby, lideró la formación del Pilier Rugby. Le acompañaron muchas personas en el proceso, entre ellas mis hermanos mayores, Miguel Ángel y Julio. Al año siguiente, mi hermano Sergio y yo fuimos animados a probar, y allí fuimos. Gracias a ellos descubrimos el maravilloso mundo del rugby. Poco después, mi padre fue destinado a la capital, y comenzamos nuestra andadura en el Oviedo Rugby.

 

Si hoy hay carencias, no quiero imaginar a lo que os enfrentabais en esos primeros años de los 90. ¿Qué recuerdos tienes de esos primeros años en Grado y Oviedo? ¿Dónde entrenabais? ¿Qué entrenadores y compañeros os acompañaban?

Grado... El comienzo fue duro para los que lo fundaron. Teníamos que entrenar en Sandiche, a las afueras de Grado. Luego llegamos a la leyenda histórica del campo de La Cardosa, que estaba junto a las vías del ferrocarril, y cada vez que pasaba un tren teníamos que parar. Se inundaba más que el Naranco, nos cambiábamos en una caseta antigua de la Cruz Roja y entrenábamos donde estaba el Mercado de Ganado. Hoy en día, la Sebe se ha comido todo aquello... Fueron momentos inolvidables. En el segundo año en cadetes, ganamos la liga asturiana y el Pilier Grado se fue al campeonato de España en Elche a competir con La Santboiana, El Salvador, Ciencias, y otras escuelas históricas. Fue un viaje inolvidable. En la segunda temporada del club conseguimos aquello. Después pasamos al Oviedo, un club consolidado con generaciones muy buenas en cadetes y juveniles. Dieguito, Fran, Berto, mi hermano, Ronchi, Santi... Muchos jugadores muy buenos. Un autobús recorría toda la ciudad para recogernos en varias paradas e ir a entrenar. En mi primer año en el club nos entrenó ese histórico que es Don José Ramón Cabal, "Boli". Luego ya pasé a entrenar con Xabito.

 

Me encanta verte hablar de gente que conozco, que veo en el club, como Ronchi, que con Pilar es el cliente más amable que tengo en el bar, o de Dieguito, Boli... ¿Cómo fue la transición al Senior? ¿Sentiste que esa generación tan buena estaba destinada a llevar al club a otro nivel?

Ronchi es un crack y una muy buena persona. La transición al equipo senior fue muy fácil para mi hermano y para mí, porque nos acogieron leyendas del club como los hermanos Balvé, Pin, Gelo, Cancio, Xabito, Mike, Tomi... Uno de los mejores pilieres que ha tenido el club, y un compañero de libro para mí. Toda esa vieja guardia que había llevado al club a DH años atrás nos arropó de forma espectacular. El retorno a DH no fue fácil, pero vimos que en el senior se incorporaban 3-4 generaciones que habíamos ido llegando: la de Gonzalo Mayo y Carlos Baragaño, luego la de Dieguito y Ronchi, después la mía, la de Fran y Nacho Serantes, Técnicu... Nos juntamos muchos jugadores buenos que sentíamos que íbamos hacia arriba, y que antes o después pondríamos de nuevo al club en DH.

 

¿Cómo sintetizarías esos años en la máxima categoría en unas líneas?

El año del ascenso fue muy rodado, ya el año anterior nos quedamos con la miel en los labios, faltaban detalles. Ese año ya sentíamos que todo iba como debía. El ascenso del Salvador nos liberó. DH tuvo luces y sombras, estar en la máxima categoría el primer año fue un plus de cuidado, pero para el segundo año llegó Jeremy Spencer, que era un entrenador con el que, si se hubiese tenido paciencia, habría dado mucho más rendimiento. El año del descenso... Buena primera vuelta, pero en la segunda coqueteamos con el descenso, y cuando juegas con fuego... te quemas. Pero de esos tres años me quedo con la sensación de que nadie venía a jugar al Naranco a gusto. Aquí siempre competíamos y era duro jugar contra nosotros.

 

Cuando entrevisté a Tomi para el Cowper me habló de Jeremy, no sabía en qué época llegó al club y contigo ya lo tengo más claro. Me dejó una frase que me encanta: "Lo que no se comparte, se pierde". ¿Qué contarías de él?

Jeremy Spencer era un gran entrenador. Como jugador, fue internacional por Inglaterra, así que eso lo dice todo. Era un personaje, en el buen sentido. Un bohemio. Apostó por jugadores jóvenes de la casa y casi no hizo fichajes. El problema fue que los resultados no le acompañaron y, tras la presión de ciertos jugadores, el club decidió destituirlo. Creo que fue un error, pero también es más fácil analizar las cosas a toro pasado. En ese momento solo pensaba en entrenar y jugar, no me daba cuenta de ciertas cosas. Pero Jeremy era muy buen entrenador.

 

Al Mundial vas como jugador del ORC, junto a Aitor, tu hermano y Gogo. ¿Cómo fue aquel trayecto hacia nuestra primera Copa del Mundo? ¿Qué te viene a la cabeza al pensar en ese torneo en el que jugasteis además contra los vigentes campeones del mundo (Sudáfrica)?

El trayecto hacia el Mundial fue muy bueno. Bryce hizo un trabajo espectacular, cambió el rugby español. Luego Feijoo aprovechó esa inercia para llevarnos al Mundial. Casi lo arruinamos con la expulsión de José Díaz, nuestro mejor jugador, contra Portugal... Era muy bueno, un referente con Castres en el Top 14. En el minuto 20 nos lo expulsan y nos miramos los unos a los otros y dijimos “o apretamos o perdemos un sueño”. Aguantamos 60 minutos con uno menos y nos metimos en el Mundial, nada menos que en Murrayfield, ¡no pudo ser más épico! Al Mundial fuimos a disfrutar. Escocia en casa, Sudáfrica... Sabíamos que íbamos a sufrir. Lo que nos dejó un mal sabor fue no haber podido ganar a Uruguay, pero este es el deporte: ellos fueron mejores, ganaron y se les felicita. Ahora toca desearles a los nuevos mundialistas que mejoren nuestro papel.

Y de los jugadores del Oviedo aparte de mi hermano por supuesto..un referente con el que nos entendíamos solo con mirarnos fue con Dieguito,que llegó a ser internacional sub21 y tenía una calidad  impresionante. No puedo dejar de destacarlo.

 

Os Du Randt, Mark Andrews, Joost Van Der Westhuizen, Rassie Erasmus, Percy Montgomery, Chris Paterson, Gregor Townsend... ¡Mucho nombre ahí! Tras el descenso a DHB, toca cambio para competir con Alcobendas, con el que conquistas tu primera liga. ¿Qué tal por la capital del reino?

La experiencia en La Moraleja-Alcobendas fue ES-PEC-TA-CU-LAR. Yo creo que no ha habido equipo igual en España; éramos 20 internacionales. Aquello era como la selección española, todo, a pesar de los problemas económicos del segundo año. Todo era muy profesional: entrenamientos por la mañana, a mediodía y por la tarde; entrenamientos de calidad. A eso añádele un ambiente y un compañerismo de diez. Había partidos en los que llegábamos a los 100 puntos en DH. El primer año fue espectacular. Luego, en el segundo, llegaron los problemas económicos; estuvimos seis meses sin cobrar, pero aun así fuimos subcampeones de liga y finalistas de copa, con Jaime Nava, que tuvo una patada a palos que nos habría dado el título. El compromiso de aquel grupo era impresionante.

 

Toca hablar de El Salvador, que supongo que lo sentirás como tu segunda casa.

9 años... El trato de la gente, la afición, el club, todo fue de diez. El cariño fue espectacular; es imposible que no te llegue y te afecte. Aún hoy voy por allí y sientes el cariño... es bonito. Luego, encima, fuimos un equipo dominante, con grandes rivales como el Pozuelo o la Santboiana. Pero competíamos muy bien, y ganamos liga o copa; algún año, incluso, hicimos doblete e incluso triplete. Luego está la mística rugbística de Valladolid. No hay ciudad en España donde el rugby se viva de esa manera. Los derbis con el VRAC… la semana previa era intensa. La ciudad de Valladolid y El Salvador siempre serán especiales para Sergio y para mí.

 

Cierras un último periodo en el Oviedo, donde terminas tu carrera como jugador y pasas a labores formativas. Entrenaste a una generación de chavales que conozco bien y se emocionan hablando de esos años contigo. ¿Cómo lo vivías tú?

La vuelta al club fue muy buena; estuvimos a punto de entrar en la promoción de ascenso con Mario Copetti. Luego pasé a formar a chavales en la escuela, y fue maravilloso. Buena parte de la gente que formé está en el equipo a día de hoy. Yo tenía mis dudas porque una cosa es saber jugar y otra es saber transmitir, y no sabía si estaría capacitado. Ignacio Mijares, Danis, Merino, Arturo, que estuvo conmigo de entrenador en Sub18, Baretino, que era un jugadorazo, Mollaghan... Los chavales eran un grupo curioso, maravilloso, trabajaban muy bien, asustamos en varias ocasiones al Salvador. Javi Mijares… un chaval espectacular, Ramses, Jaja Abraham, Jaco, Yoldi… un chaval de 10, una persona de CLUB, un jugador increíble. Ahora estoy viviendo la experiencia con las chicas, y lo estoy disfrutando muchísimo.

 

¿Cómo ha sido vivir todas esas experiencias con tu hermano a tu lado?

Sergio ha sido fundamental para mí, hemos estado unidos en toda nuestra carrera deportiva. Solo dejamos de jugar juntos una temporada, cuando yo me fui antes al Salvador. Nos tocó enfrentarnos en un único encuentro, y no nos gustó nada la experiencia. Debutamos casi a la vez en la selección Junior y luego compartimos 10-12 años en la selección. Yo he hecho el deporte que me gusta al máximo nivel, y compartir esa experiencia con mi hermano… yo no entiendo mi carrera deportiva sin él. Jugamos juntos en la delantera, y eso nos dio un rodaje, una complicidad y un entendimiento muy enraizados en el campo. Una mirada bastaba para que supiéramos lo que buscaba el otro.

¿Algo que sientas que te queda por decir? Y, como última pregunta, ¿qué es el rugby para ti?

La definición del rugby que daría en el plano deportivo es: esfuerzo, sacrificio, compañerismo. Para mí, esos tres valores son la esencia de este deporte, fundamentales. Más allá de lo deportivo, me ha dado mis mejores amigos, una segunda familia. La sangre pesa mucho, pero el rugby me ha dado algo cercano a una familia. Gogo, Dieguito, Carlitos... yo tengo una amistad de 30 años con algunos compañeros… da vértigo pensarlo. Al repasar toda la carrera, me he dejado muchos nombres en el tintero, pero no quería dejar de mencionar, y hacer hincapié, en la figura de José Ramón Cabal, hilo conductor del club desde su fundación hasta hoy. Todas las generaciones, desde la fundacional hasta las actuales, saben o deben saber quién es Boli; siempre ha estado ahí, y ya solo por eso, merece un reconocimiento.

Querría cerrar haciendo un reconocimiento y mostrando gratitud por todos aquellos que han formado parte de la directiva del club. Nunca se es consciente del trabajo que hay detrás. La crítica es fácil, y yo he visto mucha crítica a priori. Muchos hablaban desde la ignorancia, y cuando han tenido que ponerse a trabajar por el club, han visto la dificultad y el trabajo que hay en cada paso.


Lo que de verdad importa


Primer mes de 2025.

Llevo 39 meses en el bar.

Y al fin me he rendido a la evidencia: a partir de ahora procuraré tener un mayordomo en jornadas como la del 26 de enero. Vuestra generosidad y paciencia han sido estupendas, pero toca crecer con el bar. En días como ayer, sin alguien que me ayude en la barra, me sentía siempre desbordado. Ya tengo a alguien en mente. A ver qué tal.


Los viernes son días divertidos, siempre dejan anécdotas. Son el día que más disfruto. Me encantó esa irrupción de Ceci a última hora. No vivo el día a día de los chavales en el verde (estos días marrón), pero sí interactúo más con ellos en el bar o mientras paseo como un NPC por algún lugar de la instalación. Así que solo comento lo personal, porque lo deportivo… soy un ignorante.


El caso es que llegó el sábado y fue un bonito día. Gernika apretó las tuercas a nuestro Sr., quien se defendió con dignidad. Un mal juez estropea cualquier sala y puede convertir una discusión entre juristas sobre la interpretación de una norma en una conversación propia de Sálvame. Un poco eso fue lo que pasó con Gernika: a aprender de la experiencia, hay que vivir con los defectos ajenos y con los propios. Lo bueno es que los chicos del Senior afrontan los problemas juntos. Esa es la mejor noticia. Y es una muy buena noticia.


Souto es una institución en el club. Haberle recuperado, a él o a Willy, es una alegría. A mí, ver a exjugadores frecuentar el club me alegra. Es cierto que no todos pueden sumar, pero solo con estar ya aportan algo. Luego la experiencia y su naturaleza les darán un lugar. Yo soy de los que creen que nadie sobra, que todo el mundo tiene algo que ofrecer y algo que recibir, y solo hay que encontrar ambas cosas.


Souto tomó el pulso al femenino, con Irma a su lado y Dieguito de añorado asistente. El equipo, con pasos vacilantes, empezó a madurar. Ha habido victorias, derrotas, entrega, colapsos, ha habido días mejores y peores, ha habido mano izquierda desde el banquillo para hacer reflexionar al grupo, pero en una jornada de infarto y cubiertos de barro, las guajas del Naranco bailaron sobre el filo de la navaja y salieron victoriosas. Gloria.


Hay anfitriones y anfitriones, hay gradas que parecen propias de un mal club de fútbol y hay gradas que saben lo que es el rugby.


Hay cosas que dicen mucho de la gente de nuestro club. Los equipos Sub 14, Sub 16 y Sub 18 recibieron un trato lamentable en Santander, con entrenadores amenazando, aficionados insultando… En fin…

Lo cierto es que podríamos haber respondido con fuego, pero lo que se hizo fue muy distinto: los padres y madres engalanaron el club, animaron a sus chicos y se centraron en el rugby. Se ganaron los tres partidos y los entrenadores salieron felices y orgullosos de sus chicos.

Esto del rugby no va de individualidades. Un jugador, por mucho que haga, no te gana un partido. No puedes ganar la posesión, patear, ganar la carrera y ensayar todo tú solo.

Aun así, he de decir que un equipo a veces necesita que esté o aquel dé un paso al frente. Que Elías, al servicio de sus compañeros de Sub 14, hizo un partidazo el otro día (¡que llegue pelado más a menudo si el resultado es este!). Que Julia, hija y sobrina de buenos amigos, sigue en su progresión de guindilla, ordenando el equipo, ganando metros con el balón, placando y limpiando un ruck tras otro.

Joaquín ha sido un gran fichaje para Sub 16. Con él, vuelve el trabajo al servicio del equipo. Nico y Pablo se fajaron de lo lindo, y Eloy es un flanker cada día más psicópata en un Sub 16 que juega bueno, bonito y compacto.

Hace unas semanas, un compañero, hablando de la evolución del grupo de Sub 18, confesaba lo siguiente: "Poo, Poo ha dado un paso al frente de la leche. Me encanta cómo está entrenando y jugando esta temporada. Está siendo su mejor año desde que le conozco." A los guajes les escuchas, pero a veces los subestimas.

¡Qué razón tenía su compañero! Dos personas diferentes me dijeron este lunes: “Sin duda, Poo, PARTIDAZO”.


Elías es un Sub 18 recién llegado de Venezuela, es parte de esa Caribe Connection que va creciendo en el club y que forma un grupo de chavales estupendos. Elías no tiene todos los fundamentos, pero es agresivo, duro, no tiene miedo y juega sin ego, para el equipo. Eso es vital en rugby. Y cuando, saliendo del banquillo, entró en liza, lo hizo para dar un plus con sus defectos. El ensayo de la victoria fue una justa recompensa para un chaval que te gana con su actitud.


No querría olvidarme de Rafa Arganza Jr., hijo, sobrino y primo de jugadores del club. Por su comportamiento en el bar y por lo que me dicen de él como jugador, me apetece llamarlo “el pelirrojo con la actitud adecuada”.


Hay muchos más de nuestros guajes que merecen elogio, como los delegados, padres y jugadores que dedicaron el domingo a hacer del campo un templo, de la polivalente un restaurante, de mi antro un bar de verdad (Gonzalo) y que aun tuvieron ganas de recoger y limpiar a última hora.

El B sufrió y trabajó por un meritorio empate en Avilés. La humildad es el mejor camino para crecer como grupo. Vamos a ello.


No quería cerrar sin honrar la victoria en Pamplona de hace una semana y a La Única como club. Nunca es fácil jugar allí, son un club admirable y respetable, y desde luego, en el Naranco se les tiene cariño y respeto: generosos en el tercer tiempo, hospitalarios, duros y nobles en el campo. Pero cuidaron de Morán y Castaño. Gracias.

Allí, nuestros chicos fueron más bloque que nunca, y era imposible no destacar a todos. Cada uno, en su función, todos como grupo, hicieron un partido brillante, y fueron incisivos, generosos y peleones. El ensayo del Dandy Castaño es para ver cómo una decisión correcta de un jugador tras otro te lleva siempre a la línea de marca.

Y es que la vida es así de fácil: solo hay que tomar la decisión correcta y ponerla en práctica. Suerte con ello.

Un mes en unas lineas.

Estamos en un momento guapo como club…

Un directivo me comentaba que ahora lo reconocen por la calle; lo decía sin pizca de arrogancia, pero con una cierta alegría.

Somos muchos, hemos crecido mucho y hay un gran potencial. Es el momento de explotarlo... y eso, diría, es cosa de todos.

Hay mil formas de sumar, me encanta ver que la gente sube al club para disfrutar.

Pero no nos engañemos, el placer sin compromiso es frivolidad, y el compromiso sin placer es sacrificio. Yo aspiro a que no toméis mi camino, que es el de la pura frivolidad en el bar.

Aspiro a que seáis como muchos, que disfrutan del club y se comprometen con él.

No todos jugamos, pero todos podemos ayudar a jugar.

Tomar un agua en el bar o subir al partido, es sumar.

Ayudar a preparar los terceros tiempos, es sumar.

Contribuir al cuidado y mantenimiento de la instalación, es sumar.

Jugar para el equipo y comprometerte con las obligaciones que ello implica, es sumar.

En el bar hay unas pegatinas de "local colaborador", cuestan 50 euros. Te llevas una, la colocas en un negocio que aporte esos 50 euros y sumas un local colaborador al club, al que damos visibilidad a través de nuestras redes. Ganar locales colaboradores para la causa, es sumar.

El coste de ser socio del club es ridículo, pero somos realmente pocos. Ser socio, es sumar.

La filosofía del club es que cualquier empresa dispuesta a patrocinar encontrará la forma de hacerlo; se puede aportar dinero o un servicio. Aportar patrocinadores, es sumar.

Pero por encima de todo, sumar es contribuir a hacer de este club la casa de todos, sin egos, sin conflictos ni aires de grandeza, sin medallitas ni ganas de estar por encima de nadie, sin victimismos ni cuentos chinos.

No es un camino fácil. Pero os animo a que intentemos recorrerlo juntos, con las filas bien prietas y el club, los esbardos y los jugadores y jugadoras como razón de ser.

Hablábamos hace no mucho de lo bueno que ha traído el bar al club, pero conviene no perder el norte: el bar es una herramienta al servicio del club; sin él, es una cáscara vacía. Cabeza, por favor.

Hace unos días, las Osas celebraban su cena y, con una foto, ponían el acento en su unidad desde la diversidad. Yo les reboté un viejo anuncio de Android, entrañable y con un mensaje inapelable:

Be together, not the same.

Juntos, sin ser lo mismo.

Así os quiero, porque este club nos une, pero Dios sabe que hay personalidades marcadas en él, y yo lo celebro.

Siempre lo diré: me falta un cartel en la puerta de la instalación que diga: “No hace falta estar loco para entrar aquí, pero ayuda.”

Todo lo que no ves, detrás de lo que hay…


El título me ha dejado pensando….también podría ser “todo lo que hay, detrás de lo que ves”

Voy a hablar de mi, pero no voy a hablar de mi, primero porque yo no soy solo yo (que frase mas graciosa) y segundo porque casi soy una excusa, un ejemplo no muy ejemplar para hablar de otros.

Cuando llegué al club me encontré con ciertas realidades para intentar lo que me habían propuesto, comencé a negociar con esas realidades, pedí favores, invente, probé, me equivoque y eche horas.  Me metí en jardines con gente que apenas conocía, metí en jardines al club, y me comí marrones, no me faltaron manos, pero porque puse toda mi falta de escrúpulos y vergüenza en ello y ahí estuvieron muchos arrimando el hombro. Un buen día mi ahijada subió a ayudarme al bar. Le encanto la experiencia, volvería a hacerlo,  le vendería 6 helados en 10 minutos a 3 jugadores del Senior. Una crack. 

Poco después, unos meses, en concreto, me acompaño a Makro con la promesa de llevarse una caja de Lacasitos como regalo. En el trayecto me contó sus planes como niña de 10 años (no es porque sea mi ahijada, pero es una criatura brillante y terriblemente reflexiva y analítica, de esas que con esa edad te puede soltar un “me preocupa mi futuro” y te deja tan estupefacto con su profunda reflexión que te dan ganas de parar el coche en mitad de la autovía)

Entre sus planes estaba tener un bar “como mi tío” yo la mire halagado, pero me encanta contra volantear y darle un baño de realidad a todo así que le dije “a ver enana, tu ves lo bueno, me ves trabajando y divirtiéndome con los clientes, ves como me ayudan Popi y Octavio, o como le tomo el pelo a Asier Olay Guzmán y compañía, me ves bromeando con manolo y tato entre birra y birra, o a Fou y Matías a los que adoras entrando y sentándose tranquilos a acompañarme. Lo que no ves es el marrón que es que el mes salga como debe. O los paseos a la compra una o dos veces por semana, o cuando una vez cada dos años limpio el bar y salgo chillando porque una araña ha traído a su hermana mayor y esta a su abogado. No ves todo lo que hay detrás de lo que vives”

La enana de la sonrisa inmensa asintió y entendió. 

Algún día llegaran padres nuevos al bar y pensaran con razón que el que les atiende es un sinvergüenza, yo no pretenderé sacarles del engaño, pero si se ganan un mínimo afecto por mi parte, les contare la historia del Bar y quizá entiendan mejor.

Esta historia aplica al responsable de Merchan, a los jugadores del equipo a los técnicos, delegados y cocineros, a quien limpia la instalación a los directivos y demás personas que le echan horas al club. Para que tu enfundado en la sudadera del club te tomes una cerveza a las 20 de la tarde a la luz de la terraza. Alguien trajo esa cerveza, alguien gestiono su sudadera, alguien electrifico la terraza alguien gestiono ese maravilloso tendejón y alguien puso esa mesa ahí. Medallas tampoco, lo hacen porque quieren, pero intentemos respetar el trabajo ajeno.

Pocas cosas me han dado mas orgullo desde que llegué al club que el viaje a Valencia de 4 tipos tan distintos como Asensi Manolo Danis y Aitor. 

Pude hablar con uno de ellos al que le manifesté mi orgullo y gratitud y le conté una reflexión. Oyendo a Pedro Herrero en una entrevista reciente me dejo una frase para la posteridad “¿tu la de coger una pala te la sabes?” es una frase que voy a empezar a soltarle a la gente cuando la vea ociosa criticando el trabajo ajeno.

Mi interlocutor me describió la experiencia como “muy dura, bonita, y un viaje de locos. El rugby une, quizá más que ningún deporte de equipo, y vivir una experiencia asi juntos, une también. “Como curro Manolo, que huevos tiene Asensi, cuantas veces nos saco del apuro Aitor” me encanta esa gente que siempre sabe reconocer la virtud de los demás.

Creo que con esto ya estaría, se viene fin de semana intensito, todos estamos muy por la difusión del rugby hasta que nos toca poner dos partidos a la vez en la misma ciudad. Es legitimo también, para mi triste. Aunque sus razones tendrán.

Cerramos hablando del España Fiji. Transmitió buenas sensaciones el quince del León por lo que me cuentan.

El rugby español no tiene una gran historia, pero de su gran gesta se cumplieron 25 años este 2024. La, por ahora, mejor generación de jugadores españoles acudió al mundial de 1999. Personalmente recuerdo mi caja de Frosties adornada con una foto de los integrantes del plantel desayunandolo, merecían un homenaje que me han definido como emotivo y hermoso. Toca ahora lograr que una nueva generación les acompañe, desalojando la soledad de una generación maravillosa, a la que es de justicia mencionar a modo de humilde homenaje en este blog, aun más porque 4 jugadores del Oviedo Rugby acudieron a aquel torneo.

Delanteros:


    1. Jordi Camps.

    2. José Ignacio Zapatro

    3. Victor Torres

    4. Luis Javier (Gogo) Martínez (jugador del ORC)

    5. Fernando De La Calle

    6. Diego Zarzosa Peña

    7. José Miguel Villau

    8. Steve Tuineau Iloa

    9. Sergio Souto Vidal (jugador del ORC)

    10. Alberto Malo Navio (Capitán)

    11. Carlos Souto Vidal (Jugador del ORC)

    12. Oscar Astarloa

    13. José Díaz

    14. Agustín Malet

    15. Alfonso Mata


Tres Cuartos


    1. Aratz Gallastegui

    2. Jaime Alonso

    3. Adrei Kovalenco

    4. Aitor Etxeberria (Jugador del ORC)

    5. Alvar Enciso

    6. Fernando Díez

    7. Rafael Bastide Gutierrez

    8. Alberto Socias

    9. Sebastien Loubsens

    10. Oriol Ripol

    11. Antonio Socias

    12. Jose Ignacio Inchausti

    13. Miguel Ángel Frechilla

    14. Ferran Velazco Querol

    15. Francisco José Puertas Soto.


Como reza la camiseta de Wilmer (que acude hoy martes como buen MILITAR a ayudar en Valencia) "Del pasado honor del presente orgullo."

Filosofando fuerte, como estornudo de oso.


Los valores siempre me han parecido un poco como el silencio, si los mencionas, desaparecen.


Ni aspiro a ser perfecto, ni pretendo que el club lo sea.  En 3 años me he puesto colorado, me he llevado las manos a la cabeza y me he frustrado por muchas cosas, se bastante bien que la superficie del escudo del orc no es lisa como madera pulida y barnizada, sino rugosa y aspera como corteza de arbol.

Tocaba sabado intensito, de esos que mataria por tener todos los findes.

El bar ma o meno listo, el barman no tanto.

Lo mejor de mi son mis amigos, y mi familia, y juancho es uno de ellos, no me faltan aliados tras la barra pero por nuestra labor juan y yo vivimos de manera parecida el club. Compadreamos en muchas experiencias y nos regalamos ayuda (inestimable la suya, torpe la mia) mutua.

Algun dia Juan volara y yo recordare su labor de estos años con gratitud y nostalgia,  lo reivindico, siempre.


Que estress de arranque de jornada de viernes. Perdonad por tardar tanto en cobijaros del temporal.

Empezo con sabor amargo pero el SdLC manolo popi y los folgueras endulzaron un final memorable de viernes.

Madrugar no es lo mio  pero me levante el sabado, fuerte como estornudo de oso.

Ambientazo, con 3 generaciones de Solman por el club y una pregunta a Elliot que juraria le dejo pensando.

¿Que es ser una buena persona?


El senior femenino afronta una temporada compleja, lo dificil no es llegar si no mantenerse y el Ciudad de Oviedo afronta una temporada mas con un plantel solido, y con un bloque que ha crecido desde el año pasado, hay mucho por hacer pero el equipo pinta bien, nueva victoria, ganas de verlas jugar en casa. Honor al trabajo de Souto e Irma con ellas.

Sub 14 evoluciona, sub 16 acepta el reto de un año complejo y sub 18 promete, son crios, respetarlos y dejarles divertirse debiera ser ley, creo que los insultos y la mala educacion esta de mas en la grada, cada uno con su conciencia, pero si el arbitro interviene, igual alguno debiera disculparse y tomar nota…..no se. Hablando de arbitros y ya para cerrar el sabado.

Hay arbitrajes malos y hay arbitrajes mal intencionados.

No perdemos nada mas que un partido, ni la dignidad ni la verguenza.

Al final el colmillo retorcido envenena la boca que lo abriga, somos buenos anfitriones con generosos y trabajados terceros tiempos, no tenemos entrenadores que amenazan a los rivales ni  aficionados que mentan a la madre de crios de 16 años, tampoco juzgamos y actuamos con el rencor que viene del pasado..y que pudre la vista y el alma de quien debiera ejercer la imparcialidad.

Viti esta bien, mariano quiere pizza y carras…mi pobre carras…..

Me quedo con esa vuelta de Mariano y Carras del hospital y esa chachara entre amigos analizando el partido, faltaron detalles , y hay trabajo por hacer, vamos con ello, procurando alejarnos de lo miserable y antideportivo, nos equivocaremos seguro, pero por buenas razones.

Gracias a todos de Manolo que llevó 3 años tomandole el pelo a Ele que lleva 3 meses y ya ve lo que hay y aun asi se queda.

Del B dire que me encanta , compiten con una mezcla de canas y barbas incipientes, lo hacen con la entrega de Wilmer la garra de Tomi, el corazon inabarcable de Aitor, la devocion por el rugby de Tato, la humildad de Jorge y el compañerismo de ese tipo sensacional que es Yoldi.

Un abrazo fuerte a Merino, y a mi amigo Andoni que nos acompaño en el post partido un ratito.

Mi estrella blanca. 

Hace no mucho pase un muy buen día con dos amigos (popi y carras) y mis tíos. Hicimos Oviedo Leon ida y vuelta.

De camino a Legio, uno de mis ramalazos de flamenco llevó a Fede a evocar una canción “esa que cantaba Chipi en el bus” “mi estrella blanca” concretó Carras.  La pinche y contaron un par de anecdotas de Chipi.

Chipi es un pilier que jugó los primeros partidos del año pasado, luego se fue a DH A y finalmente retorno a Argentina, tenia buenas manos era listo y técnico, un primera fino y un tipo que alegraba el vestuario. El ser un club de jugadores de la casa en su mayoría hace que casi todo el senior le recuerde y con afecto. Hoy venia oyendo la canción de vuelta a casa y pensé en Popi, Carras y Chipi, y en la suerte que teníamos.

Sirvan estas torpes palabras para transmitir un mensaje y para honrar a los que han honrado honran y honraran al club, vengan de donde vengan. 

Por cierto gracias a todos los que echaron una mano en el bar el otro día. Nunca me falta una mano, la verdad.


Con lo guapo que estaba yo callado.

Tras varias manifestaciones por Uria, pintadas en las calles y no pocos altercados he decidido daros el gusto y haceros caso. Vuelvo a la carga.   

Verano de cambios en el club, siempre difíciles para los que vivimos su día a día, pero creo que la actitud correcta es seguir empujando. Espero me perdonen mis errores, pasados, presentes y futuros, como dijo popi hoy “no has dejado jamas de advertirlos, algunos hasta los celebras”.

 Este tiempo en silencio me ha permitido poner en valor a Félix, un tipo que sin duda hace grupo y club y me ha encantado descubrir a gente como Carlitos Spencer gracias a él. El Aquelarre sigue siendo el aquelarre (un poco mi aquelarre)  y yo en mi cuarto año en el club me enfrento a un nuevo contexto a muchos niveles.  

El comienzo de temporada esta siendo duro pero en un fin de semana difícil he visto al club vivo. El ambiente sigue siendo bueno, han aparecido algunas personas con ganas de sumar y poco a poco los nuevos se van integrando en este club que llevo 4 años viendo tan FAMILIAR. 

Me alegra ver a Ana solo esguinzada. Me halaga el trato que me dan muchos (inabarcable lista). Voy descubriendo a los nuevos poco a poco, a ese gigante bonachon que es Marcos al tímido y en evolución pero BUENAZO de Lani a ese pillo que es Pato y al soldado que es Augusto, tambien a Guille, que parece a gusto en Vetusta. Una cosita maravillosa es ver a Tomi, Truchero, Lombar, Mati, Mateo, Arganza y Nico G  en el senior, a mi dame un club donde cada año se sumen 7 críos al senior,  será bueno, seguro. 

Puedo decir que son 7 buenos chavales apreciados por sus compañeros y que darán tanto como quieran porque hay rugby en sus manos y tienen compromiso y pasión. Conocer a los padres de casi todos y verlos felices y orgullosos es otro pequeño placer. 

Me encantan Souto e Irma en el femenino, me encanta la nueva energia del senior femenino.

Me quedé con ganas de saber que clase de entrenadores  insultan y amenazan a otros en una instalación deportiva delante de un equipo de sub 18, no me lo pudieron aclarar, habrá tiempo, entiendo la rivalidad y la competición de otra manera, no creo que nadie sepa competir si tiene esa actitud. 

Para despedirme Criollo y Costilla crecen fuertes y sanos, y de vez en cuando Secreto, mas grande, negro y blanco, les sisa comida. Ya salen a recibirme porque saben que soy el humano que existe pa darles de comer, aunque me siguen rehuyendo en cuanto me acerco demasiado, poco a poco, como el zorro y el principito. Feliz semana a todos y gracias por hacer que pasear por la instalación mientras el bar se gestiona solo siga mereciendo la pena.

Un merecido homenaje, y un sábado maravilloso.

Un merecido homenaje, y un sábado maravilloso.


Mi hermano fue presidente del Cowper, por poco tiempo, tenía un muy buen grupo de trabajo detrás y, el club, que habían salvado otros, empezó a reflotar, luego otros lo llevaron a uno de sus mejores momentos. Aun así, mi hermano definió aquella labor como una muy ingrata. Mi perspectiva me va dando la impresión de que ingrata es toda la labor dedicada al rugby, salvo, seguramente el bar. Quizá vaya todo un poco en como te lo tomes, no lo se.

Cuando llegué al club, y abrí la puerta del bar, me encontré una escuela viva pero aun adormecida por la pandemia. Un senior con ansiedad por volver a DHB y una estructura de club aun remontando. El director deportivo del club, intimo amigo mio, me definió sus planes con una frase con mucha más miga de lo que pueda parecer. “Lo que quiero es un equipo en el que apetezca estar”

Yo no tenía ni idea de donde veníamos, perspectivas hay muchas, pero mi impresión tras escuchar a las que considero las voces mas autorizadas en el vestuario, es que faltaba ese tipo de filosofía.

Tato llego, se empeño en ciertas decisiones,  gestiono algunas crisis y devolvió al equipo a DHB donde lleva dos años sin mayores contratiempos. En estos años le he visto enfadarse mucho, Hacer de jardinero, enfermero, director, hermano, padre, amigo, obrero, conserje, cocinero (no todo iba a ser bueno) y sobre todo de aglutinador. El ambiente que hay en el club es cosa de todos, de absolutamente todos, conviven todo tipo de personajes y lo hacen el 95% del tiempo en armonía. El sábado eramos 300 personas, tiene merito. Considero que es mérito de todos esa armonía, pero hay un puñado de personas que señalo como máximos responsables de la misma. Uno de ellos es Tato, que con sus errores ha logrado crear una estructura en la que confían los padres, disfrutan los hijos y tiene sitio todo el que sepa trabajar en equipo y convivir. He visto a algunos irse con tristeza, he visto a algunos llegar con alegría. Pero en estos 3 años el club ha crecido y como me dijo un veterano “por primera vez en mi vida veo algo parecido a una masa social en el club”

No se que cargo desempeñara  Tato a partir de ahora, algunos me preguntan y yo señalo al bar y confieso “bastante ocupado estoy paseando alrededor mientras Asier, Javi, Lucas,  Antoniño, Jandrolas, Mario, Matías, Popi, Mollaghan o Yllan lo atienden” (lo se no tengo vergüenza) 

Nunca dejare de chocar con Tato por nuestras actitudes antagónicas pero en el fondo vemos muchas cosas de forma parecida, la diferencia es que yo soy templado y me da pereza enfadarme y Tato le pone pasión y hace personal todo en cuanto se compromete. 

El sábado fue un día para gozar. Como curraron los parrilleros (especialmente Popi que se comió toda una tarde de viernes comprando para la parrilla con un servidor que iba atacado con los tiempos y las cantidades) Que bonito ver sumarse a una buena tropa de voluntarios que asistieron en el servicio y limpiaron el día anterior la polivalente (enormes Huguito y cia) que tiempo tuvimos, que rico todo y que ambiente. Me prestó ver por allí a mi amigo Jorge, que vino a tomar una pese a que se iba a Avilés (si no recuerdo mal) a otro evento. Me prestó poder decirle a Berta y Jesús que su hijo era un tipo especial. Me prestó la despedida cuando alguna se emocionó, me prestó repartir detallitos a gente que creí lo merecía, me prestó ver a Miki, esa ultima conversación con mi amigo Pedro en vestuarios, me prestó ver a Kolo feliz, a Irma al solín, y a los padres de Alegria encantados. Me prestó ver que Popi y yo estamos de acuerdo hasta cuando nos enfadamos, me prestó poder, más que nunca, estar fuera del bar el día de la fiesta (de nuevo gracias Mollaghan, Lucas, Jandrolas…..) Me prestó la conversación con Manolo, y con el presi.

Todo lugar que se precie debería ser la segunda casa de quien allí vaya. Siento al club como mi segunda casa (y eso que ya tenía otra) y lo mas hermoso de todo es que la comparto con muuuucha gente. Asi que gracias, y feliz verano.

Que el año que viene juguemos mejor al rugby y sigamos cuidando este ambiente inigualable.

Hacer buenas las ideas.

El equipo de madres esta en pañales, pero si se trata de hacer club, tenemos a 20 osas que sienten el Naranco un poco más suyo, asi que es un buen comienzo. Aun les queda (como a mi) mucho por entregar trabajar y sufrir, mucha frustración que vivir, comparada con gente, pero ahí están, todos los viernes, entregadas a la causa, disfrutando como los sub 6, y con las ganas de hacer grupo y divertirse de nuestros equipos senior.

Yo vivo en un perpetuo estado de no juzgar, el bar lo requiere, y también procuro que sea mi filosofía.

Pero no puedo evitar sonreír cuando veo a Kolo y Ceci, encontrar un grupo más, y me rio satisfecho al ver como lidian con Félix e integran a Irma, como arropan a Susana tras su accidente, me gusta lo que me dice Juncal que es para ella este equipo, que me gusta, me emociona.

Me emociona también ver el video de esta tropa de enajenadas celebrando la victoria en los campos del Pepe Rojo.

Un mensaje, lo encapsula todo con quirúrgica precisión. “9 partidos a 8x8 minutos por partido, más una prorroga a cara de perro y muerte súbita, la de Dios de minutos seguidos. Están todas agotadas, pero orgullosas a tope, jartas, jartas, menudas osas, poderosas estas.

Lo reconozco, en esta gripecilla peleona que me ha tenido tirado en cama una semana, os he echado de menos, volver el sábado (tras haberlo intentado martes y viernes) fue un placer y el día y la vida parecieron querer ser amables conmigo. Mientras las osas conquistaban la meseta. Nuestros osos hacían una segunda parte bastante seria en el País Vasco. Vi muchos detalles que me gustaron, no solo de juego, es difícil no querer mucho a esta gente cuando los conoces bien. Hay esfuerzo, épica, disciplina y buen juego en la victoria.

Nuestros sub 14 tendrán que seguir trabajando y esforzándose, nada garantiza la victoria, y son un grupo sufridor en este club, razón de más para darles apoyo, si quieren este deporte nada esta perdido.

En el campo, la visita de Alcobendas fue una bonita fiesta. Nuestros y sus veteranos se lo pasaron pipa juntos, rugby, cerveza y parrillada, todo acompañado por esas impresionantes ganas de fiesta que trae cualquier furiato al cruzar el Negrón. Un buen día en el Naranco, creerme.

Acerté de pleno con Paula como sustituta. Lo digo muy a menudo, mi gran virtud es que se elegir amigos.

No me da para más la cabeza. Os veo esta semana, aun tengo una tos interesante, pero todo bien por lo demás.

Murió Chango.

Nunca hice y nunca haré un uso tan propio del blog del club, pero quien conoció a Fer, me entenderá.

Cuando me meti en el rugby lo hice en el Cowper, empujado por mi hermano, disfrute mucho durante una temporada y luego ya vi que no era lo mio.

Los sábados por la mañana entrenábamos en La Morgal y cogía el bus con otros compañeros en el Campoamor, allí muy a menudo, acudía uno del senior grandote y bueno, un gigante Amable, una figura que cuanto mas la piensas mejor te cae. Como nos llevábamos bien un día, pregunte a mi hermano por el. Lo que me dijo coincidió con la impresión que tenia.

Por entonces mi padre aun trabajaba en Hc y yo iba a veces por una u otra razón a la oficina. Al llegar al auditorio, Fernando (Chango) y el se saludaban con simpatía y yo pensaba “esti fer ye especial”. Los años lo demostraron.

No hubo vestuario que no mejorara con su llegada, diría, para que me entendáis, que Fer era una persona con ciertos rasgos comunes con Popi. Esta bien eso de elogiar a 2 personas a la vez al compararlas. 

A Chango le gustaba la cultura asturiana, la historia y el debate sano, y el rugby, y tenia la suerte de compartir todas esas aficiones con su inseparable Fe.

Cuando pasan estas cosas lamentas no haberle visto un poco mas. Pero la vida es la que es, no creo que esta…gripe me deje ir al funeral. Desde aquí un abrazo a la gente del Cowper, hacen falta muchos jugadores de rugby como Chango, insuperables en valores.

Y es que como dijo Pelayin, hermano de Nano Brianso.

“Se supone que cuando pasan estas cosas solo recuerdas lo bueno, pero yo creo que jamas vi algo malo en Fer”

Montañita de pijadas.

Calladito por navidades, luego diréis que no os regalo nada.

Tras 3 años pululando por el campo, lo siento mi casa, voy pegando voces por allí, nunca estoy donde debería y me rasco la cabeza pensando como podría arreglar todos los desaguisados (que palabra más curiosa y bonita) que veo en la instalación (últimamente he visto a Villena reparar la puerta de la polivalente a Belen arreglar el Sin Dios que había en la zona mercha del bar, con la ayuda de los delegados, a los del Senior hacer una limpia general de la instalación, a Ojanguren poner luz en nuestra penumbra, y a Toni, uno de mis “nuevos” favoritos, prepararlo todo para que podamos rescatar balones con mayor tranquilidad.

Tambien os voy conociendo a todos, ya me se de memoria las bondades y las cualidades que hacen especiales a no pocos de los que convivis con el loco del bar en el día a día del bar.

Asi que asi, entre nosotros os voy a contar una historia.

Hace 3 años, cuando el bar era un pequeño contenedor con una barra estrecha, gotera, y una luz en el umbral de la puerta, una noche lluviosa, vi al antiguo tesorero, al sargento de Hierro y a un amigo mio conspirar para arreglar el campo. Paso el tiempo, pero alguna de las cosas que dijo el tesorero calaron hondo en mi.

Este verano, antes de que surgiese un currillo veraniego, tome el habito de patearme el Naranco con Miki.

Miki es un ex jugador, que como Marques, llego rebotado de otros deportes ya superada la veintena, descubrió el deporte y el club, y se enamoro (con un amor tan sano como desquiciado) de ambos.

Tenemos caracteres antagónicos en la superficie, y más parecidos cuando te paras a observar. Nos separa que él es puro nervio y yo me muevo con la velocidad de un perezoso narcotizado. Pero luego vemos las cosas de forma parecida en muchos aspectos, y la verdad es que me divierto mucho con sus explosiones incontroladas, algo que a veces deriva en amenazas, pero nada que no me merezca.

El caso es que despues de llegar a la fuente de los pastores y más alla. En una agradable y soleada tarde de verano, dimos la vuelta, y nos acercamos el campo, abrimos la instalación y el bar y trasteamos un poco mientras tomabamos un par de cervezas, y despues de varias e irresponsables rondas, surgio la clase de conversación que te pueden dar dos zumbados pasados de rosca.

“¿Cuanto dinero tendrias que tener para meter pasta en el club?”

“Bastante más del que tengo.”

“No, venga en serio.”

“Pues todo sería proporcional, pero si tuviera 1 millon de euros, asi de golpe y porrazo, igual metía diez mil. Si tuviera 10 millones igual metía uno.”

“¿Y que hacias con ese millón?”

“Pues….por lo que he aprendido, esta es nuestra casa, nuestra mayor bendición, y nuestra mayor maldición, este campo nos hace especiales, y nos maldice. Creo que en el 98, se pudo haber construido un templo, para elogiar durante decadas, pero lamentablemente no fue del todo asi. No quiero que me juzguen con mucha severidad, porque seguro que hago muchas cosas mal cara al futuro, así que tampoco creo que sea sensato ser muy duro por los que levantaron esto por entonces.”

“Vale…”

“Yo me hacia, firmemente con todo esto, terminaba con los rollos que nos impiden centrarnos, y luego llenaba la grada de dinamita y a tomar por el saco, giraba el campo y tras desescombrar y ganar terreno por todos lados, porque este rincon del concejo le da igual a todo el mundo. Montaba dos campos con los palos mirando hacia el Naranco, una grada con un bar y una hilera de vestuarios entre ambos, y un parking mirando al Aramo.. Del Bar me seguía encargando yo, si queréis.”

“Me cago en todo, hay que hacerte rico.”

“La primera intentona fracasó, vamos a por la siguiente, tú estate atento.”

Hace unos días, hable con uno de mis 10 delegados, es un tipo nervioso y un poco compulsivo, pero que se deja la piel por el club, y cuyo cariño al mismo tiene unas raices dignas de admirar.

Hablábamos del asunto de las redes sociales del club. Y yo le di mi sincera opinión. Luego me preguntó porque estaba callado con el blog, y tras darle una respuesta honesta me lanzó una mirada larga fria y lenta como un glaciar. Luego le pasé el brazo por encima “si al hablar no has de agradar es mejor callar”

Me dejó muy contento la visita de Canica, estábamos en el bar en un ambiente muy distendido, estaba con un amigo sentado en la barra y conversábamos sobre la ropa del club, al momento entró Canica y arrasó con todo, una sudadera, un pantalón un polo una camiseta, y una birra, y yo parpadeando.

Luego dio su opinión, que hago miá en cualquier asunto del club. “Jugué aquí en los noventa, el club vivía muy buenos tiempos, pero nadie movía algo tan importante como esto, de seguro que Juancho podría hacer un mejor trabajo, igual que el barman, los de redes, los jugadores, los entrenadores, los padres, la directiva y los veteranos, pero estamos todos intentando hacerlo lo mejor posible, respetemos el trabajo ajeno, mientras sea honrado y bienintencionado.” Si hubiera tenido un sombrero me lo habria quitado.

Ya lo dijo Bowie, “aquí todos somos solo principiantes con mucho por aprender”

Para cerrar este soliloquio de sandeces, desearle a Susana una pronta recuperación, el viernes pasado nos dejo con mal cuerpo a todos, y hasta hace nada, ahí seguíamos, animo a la familia, muy involucrada en el club. Quizá por el susto, las osas tenían ganas de juerga tras el entrenamiento, y pendientes de noticias me retuvieron en el bar hasta...no diré la hora, por fortuna me acompaño un amigo, aun asi la jornada fue una maravillosa locura, gracias por regalarme jornadas así, a todos.

PD: Que bien quedaron las mesas lijadas y barnizadas, quien tiene dos amigos tiene dos tesoros

Firmeza al timón

Creo que no es la primera vez que hago referencias navales en el blog, muy irónico teniendo en cuenta que como mi padre, me defino como mamífero terrestre, y no me siento cómodo en medios de transporte aéreo y mucho menos marinos.

Hablando de viajar, llegó Juli, la cuidaremos, palabra, no podemos prometer otra cosa a su lejana familia, ha caído de pie en el club, es tranquila, educada, disciplinada, tiene buen humor, y sufre en el bar porque es más bien tímida. Pero ya es una más en el grupo y en el club. En 2 semanas, no esta mal.

El caso es que mientras un par de veteranos, se dejaban unas jornadas de asueto desbrozando los aledaños del campo, mientras el Senior ganaba en un partido feísimo e incómodo a Bera-Bera y mientras Villena arreglaba la maltrecha puerta de la polivalente yo le daba vueltaa que decir.

El sábado durante el partido vinieron a verme dos buenos amigos, el mas enajenado de los medio melés que he visto y el segunda por antonomasia, cascarrabias, de carácter, mal encarado, timorato, pero siempre trabajando para que las cosas funcionen y alérgico a los focos.

Uno vino a divertirse, otro vino, porque no se puede dejar de intentar lo que sea por mejorar nuestra infraestructura, yo no tengo la maña de Villena, ni la cartera que soñábamos Miki y yo este verano, así que me toca echarle cara, optimismo y una cierta habilidad social.

Ojalá sirva de algo, porque aquí lo principal es el rugby, y los que peores condiciones tienen en el club, son los jugadores.

Tras el partido, reunión en el Hotel Santo Domingo, se me hizo raro estar del otro lado de la barra con todos vosotros de por medio, generalmente estoy paseando por el campo, mientras algún (bendito) incauto se come el marrón.

No se la cifra exacta, pero superamos ampliamente las 250 personas. Todos guapos, todos contentos (se ganó) Es una cifra para celebrar hoy y para mejorar el año que viene. Poco a poco, así es como mas lejos se llega.

Personalmente me quedo con el sabor de las croquetas, del lomo, de los calamares del puntillo picante del pan bao, y de la tarta de queso. Empatice mucho con los camareros que curraron para alimentar a la hueste.

Luego paseín al centro, y chorprecha en el arde, donde buena parte del club siguió la noche.

El club son todos los vínculos humanos que se establecen dentro del recinto vallado que es nuestra madriguera. Y parece que van a más.

El comedor del Hotel Santo Domingo fue por unas horas una extensión de la osera, gracias a los que en los 3 años que llevo en el club han hecho posible que seamos un club SOCIAL de RUGBY.

Creo que eso nos hace mejores.

Las figuras que considero clave en ello. Ya lo saben de boca mía, pero un pastor no es un pastor si no tiene un rebaño (de cabras) que le siga.

Así que gracias rebaño, voy a ver si adecento el establo.



Historia de una Anfora

No era culpa suya,  Traviesus Maximus había conocido a aquella Judía cuando servía como Centurión en la Guardia de Jerusalem, los comienzos…,mejor no hablar de ellos, pero luego la había conquistado y tras pasarlo pipa había ocurrido lo que te suele pasar cuando te diviertes, se arruina.

Pocos animales corren tan rápido como un miserable huyendo de la responsabilidad.

La huida de Traviesus Maximus le llevo a la Tarraconense donde se enrolo  de nuevo en el ejercito y acabo en un pequeño asentamiento en una zona poco romanizada de Hispania. Ovetum.

La gente de la zona tendía al lanzamiento de piedras al romano, al punto que parecía su ocio y oficio a un tiempo. Como ademas tenían puntería y se refugiaban en el monte cercano al norte del valle urbano, construir vías y desbrozar la zona se convirtió en la actividad principal de la guarnición romana.

En una de esas en las faldas del monte y tras dar un trago a su vieja ánfora, Traviesus tuvo que huir del ataque de aquellos descerebrados, estos no eran como los del frente judaico popular, todas las aguas del monte parecían bajar al sur por aquella zona, por lo que la huida fue tan penosa como el trabajo.

La ánfora se quedo atrás. 2000 años mas tarde Manolo y Sergio retomaban  la labor de mantenimiento y desbrozado y se encontraban con la ánfora de Traviesus Máximus.

Un día mas tarde, uno que no da puntada sin hilo, la rescataba de entre la maleza y le tiraba una foto tras darle 4 limpias. La ánfora le miro a los ojos y para su sorpresa le hablo.

“Hacia 2000 años que no veía mas que barro, perros, agua, maleza y jabalís y unos extraños frutos ovalados, que caen del cielo cada cierto tiempo y que pierden la forma y encojen con el paso de los dias.”

El bloguero bodeguero se encogió, “supongo que lo de evitar que la maleza devore las instalaciones es cosa de cada uno, ahora déjame contarte la historia del hijo bastardo de Traviesus, Brian Cohen, te vas a reír”

Un abrazo fuerte a mi amigo Juanra, una persona que lleva mucho tiempo luchando por sacar a la luz la Asturias Romana.



Una pila de cosas

La web funciona, las redes funcionan, hemos dado un salto adelante en ese asunto y el blog pierde un poco de “importancia” y claro, me relajo.

Todo evoluciona, sí no, malo.

Todo en esta vida son ciclos, ningún verano dura eternamente y estos días lluviosos que acaban de llegar pasaran.

Lo digo porque este año hay una cierta sensación agridulce en el club, o al menos eso percibo. Hace 2 años el club cumplió con el reto de volver a DHB, el ciudad de Oviedo hizo un temporadón y las categorías inferiores recuperaron el pulso tras el coma que supuso la pandemia.

Hace 1 año el femenino arrancó un nuevo ciclo, el masculino cumplió el reto de consolidarse en DHB con una notable temporada, las empanadillas, el trabajo del cuerpo técnico y la directiva, el esfuerzo de todos hizo que el año pasado nos dejase pensando “vamos para arriba”

Este año, quizá por el esfuerzo hecho por no pocos para el evento del 40 aniversario, percibí cierto cansancio a varios niveles, lo contraste con algunas personas cuya opinión valoro y que coincidieron a grandes rasgos con mi visión y torcí el gesto preocupado. Mi amigo Carras, a veces descorcha la realidad con frases sencillas y demoledoras como una bala de cañón.

“En la vida todo son ciclos, a 2 años buenos, le sucede uno malo. La cuestión es no dejar de trabajar ni en unos ni en otros.”

Yo incline la cabeza ligeramente hacia un lado y asentí. Que sea un guaje (comparado conmigo) no quiere decir que no pueda enseñarme cosas.

A los pocos días los últimos de Filipinas me regalaban uno de sus momentazos, suelen dejarme 3 o 4 al año. Esta será la primera vez que comparta uno.

A veces cerrar el bar te hace sentir el perro pastor de un rebaño enloquecido y francamente disconforme con la existencia de la autoridad. Apagué las luces del bar y deje atrás la barra con la luz de la tarde filtrándose a través de la puerta abierta. Al llegar a ella me quede atónito ante la imagen. Sentado en el borde del contenedor, de espaldas a mi, el tuscu tenia las manos en la cabeza y no dejaba de reír, frente a ambos y de perfil, un torero se convertía (después de un pavo real) en la segunda visita mas surrealista que hemos tenido este año.

Los calcetines por encima de los pantalones, los pantalones subidos or encima de la camisa y con su cintura tan arriba que amenazaban la virilidad del torero, ¿con que se había improvisado una montera este desquiciado?

Negué con la cabeza y rompí a reír mientras el torero desarrollaba su performance. No diré más. No soy de ir a la plaza, pero que gran tipo.

La reflexión a día de hoy es la siguiente.

La gente sigue trabajando. El senior, tras 3 derrotas ha encadenado dos victorias, Ante Uribaldea y en la siempre difícil visita a Pamplona.

El femenino, tiene treinta y tantas chicas entrenando día si día también, y ha ganado sus dos primeros partidos de liga.

Las categorías inferiores siguen madurando, cada uno por su camino, todos vigilados de cerca por sus padres, entrenadores y delegados.

El frio ha llegado y los días pálidos del bar se acercan, menos gente, menos vida. Es ley de vida, el bar tiene crisis todos los años. Pero es precisamente cuando más frio hace, cuando mas hace falta subir a abrir aunque sea para 2 o 3 padres.

Si en un año complicado en algunos aspectos estamos así, ni tan mal. 

Conformarse jamás. Rasgarse las vestiduras tampoco. Tranquilidad en las buenas y en las malas. Nunca lo olvidéis.

Si el sub 14, un equipo de locos bajitos, pierde en casa, ya sacará un buen resultado en Cantabria. Si nuestro sub 16 se sienten príncipes del rugby, escuchad a Molla y Popi, vuestra vida, y vuestra relación con el rugby apenas empieza. Tener las orejas abiertas y un punto de humildad que os hará siempre mejores jugadores y compañeros. Del sub 18 no tengo mucho que decir, veo a un puñado de paisanos en él. A seguir así, y a duplicar el compromiso.

De la manita que me dio Mini Truchero hace unas semanas solo diré que no tengo vergüenza.

Se lo decía el otro día a Manuel, “el primer objetivo del bar tiene que ser que se sienta la casa de todos, si noto que alguien no esta a gusto en él, mejor me paro a pensar si he hecho algo mal.”

Creo que no me olvido de nada. Tanto tiempo sin escribir te deja muchas ideas en la cabeza.

Como siempre gracias a todos, incluido a Marty que el otro día me intento comer la mano para sorpresa de Kolo.

Un abrazo y feliz invierno.

Un sábado, pero no cualquiera

Gracias a los entrenadores y a su paciencia y esfuerzo con los críos.

Gracias a los delegados, que ejercen de bisagras y que hacen un trabajo difícil de ver pero incalculable, especialmente con la nueva app que nos trae de cabeza a todos, pero a ellos más que a nadie.

Gracias a nuestros invitados, por venir con esa actitud que hizo que el Naranco fuese un volcán con barro si, pero también con ovales como lava.

Gracias a todo el cuerpo técnico y a muchos jugadores del senior, que sabiendo que el domingo tocaba madrugón-viaje-partido-viaje, y en una jornada muy compleja por el rival y las bajas, se dejaron ver por el campo (algunos desde las 9 de la mañana y estuvieron implicados.

Gracias a las chicas del femenino, que dan la sensación de estar más contentas que nunca y que son un ejemplo este año, de integración de las nuevas, y de unidad con un entrenador que esta aprendiendo y creciendo día a día, no debería haberlo hecho, igual que su padre no debería haberlo hecho el viernes, pero ahí estuvieron padre e hijo ayudando en el bar.

Gracias a Mollaghan y a mama Mollaghan por echar una impagable mano de tarde.

Gracias a la directiva, porque ahí estuvieron varios de ellos, toda o casi toda la jornada, dejándose ver en un día grande.

En definitiva gracias a todos los que formáis parte de esto porque ayer el campo del Oviedo Rugby era un rincón maravilloso en el que estar.

Un sitio donde encontrar resuello, donde ver a tus hijos disfrutar con sus amigos, donde acoger a los visitantes con la mejor de las actitudes porque en este club intentamos dejar a un lado todo salvo el rugby.

Un sitio donde ves a padres y madres trabar amistades. Donde ves a los niños crecer y madurar guiados por sus entrenadores. Un sitio donde se suman manos para la labor, y Octavio, Arturo, Matias, Tato, Fermín, los delegados Popi o Viti se sienten un poco menos solos en su batalla con nuestra instalación.

Un sitio donde hay un ambiente festivo a poco que las circunstancias lo permitan y donde, para mi merece la pena estar.

Aquí nadie es perfecto, siempre insisto en ello, es importante no pretender serlo. Pero con nuestros aciertos y errores nos hemos dejado la piel para que el memorial Jaime Martínez fuese digno del hombre que le da nombre, y creo que ayer tuvimos éxito. Nuestras escuelas siguen creciendo. Los resultados acompañan en categorías inferiores y parece que Sergio va a ganar su batalla personal con la nueva aplicación de la Federación, ayudadle por favor, su esfuerzo esta siendo impagable.

Mariano y una reflexión

Llevaba tiempo callado, algo inusual en mí.

Mariano es un ex jugador del club, un argentino que llego con Facu al Oviedo, les tocaron días difíciles y digamos que le encanto la ciudad, Asturias y España pero sufrió con un equipo que descendió.

Este año, animado por algunos amigos que dejó en la institución volvió a Oviedo donde si Dios quiere pretende quedarse.

Le conocí una tarde noche en la que Javi Mijares mediante nos acompaño en una comilona. Me presenté y me preguntó si jugaba, a mi me entró la risa, y le expliqué que por mi bien y el del rugby me mantenía alejado de la ovalada.

Al poco visitó el campo y descubrió los cambios producidos en la instalación. Me pareció que se llevaba una buena impresión, veía un equipo vivo, con un buen ambiente y gente trabajando por y para la institución. De eso hace menos de un mes. Aunque la verdad es que me ha sorprendido echar cuentas.


Hace unos días se sentó conmigo en el bar, un delegado vino a hacer un discurso elogioso sobre el tabernero y yo me encogí, a todo el mundo le gusta que le regalen los oídos y pensar que es muy bueno y insustituible, pero a todos nos conviene a veces reflexionar, pensar donde estamos, cuanto han hecho los que estuvieron antes que nosotros, y que el mundo seguirá girando el día que no estemos. El exceso y la falta de humildad son dos pecados igual de peligrosos.

 Como dice Manolo “aquí nadie es indispensable”


Me gusta sentirme útil y parte del club, Me gusta estar ahí, con las neveras llenas para las parrilladas, pero que haría yo sin el esfuerzo desinteresados de esos maestros parrilleros.

Esta muy bien tardar un minuto y medio en preparar un café de capsula. Pero no sirve de nada sin la paciencia de Juan Folgueras o Ronchi, que encima me aguantan sacándoles un tema para “hacer más corta” la espera.

 Mi reflexión es que yo no soy nada sin la complicidad del otro. Y es esa suma de esfuerzos, y voluntades unidas las que hacen el club. 

A veces es frustrante ver lo pequeños que somos. 

Otras da gloria ver a la gente llegar y sumar sin mediar palabra, y sentir que todos formamos parte de algo que juro que crece.

A veces quieres liderar y ves que faltan recursos o que pides más de lo que algunos (que ya dan mucho) pueden dar. 

A veces puedes pensar que no sabes como ofrecer más a la causa. Otras te planteas desde que rol podrías sumar más y mejor.

La cuestión es, saber, donde estas dentro del club, que aportas, que más podrías aportar y después pararte a pensar donde estamos, y donde queremos ir como colectivo. 

Y ojo, muy importante, luego hay que hacer que todas esas percepciones personales, mariden con las del conjunto del club mas directamente afectado por ellas.

 De los partidos del fin de semana no diré nada, parece que la jornada playera fue un éxito. Padres y críos felices y entrenadores y delegados satisfechos. El B fue con lo justo a jugar a Santander. Una incomparecencia pone en riesgo la DHB. Espero que todos sean conscientes de ello. Del A me gustó la primera parte, la segunda no la comentara el bloguero. Si sirve de catarsis bienvenida sea. Hernani se porto muy bien como invitado. Tranquilidad y reflexión. Gracias a todos por vuestro esfuerzo, toca trabajar y dejar trabajar a los demás.

Un saludo.

Feliz semana.

Un mostacho, rugby, historia, camaradería gente nueva y viejos conocidos.

¿Que palabra mostacho eh?

Una de las cosas que más me gusta del bar es ver llegar a gente nueva.

Nuevos incautos a los que descarrilar con mi locura, más arcilla en la mano de nuestros entrenadores para esculpirlos y hacerlos duros como clavo en ataúd.

(No tenéis ni idea de cuantas referencias cinematográficas puse en esa frase, casi que mejor)

También me gusta mucho ver después de todo un verano a viejos y apreciados conocidos. 

De vez en cuando me sorprendo conociendo a alguna vieja gloria del club, que desgarra mi ignorancia sobre el pasado tras hacerle las preguntas pertinentes.

El otro día conocí a uno de esos veteranos. Me reservo el nombre, pero me pareció un paisano cabal, humilde, honrado, y educado, lo que viene en llamarse una buena persona, soy rápido y amable en los juicios, pero se vive bastante bien así. Luego cada uno se va poniendo en su sitio por si solo, pero pensar bien es bastante sano, y los golpes van a llegar de todas maneras.

Me lo puedo permitir.

En la conversación admitió estar desconectado, a disposición del club pero ajeno a todo y yo muy serio le dije señalando a su cerveza y a mi inseparable Manolo.

- Esto también es el club.

Sin comprender me preguntó.

- ¿Como?

Repetí el gesto porque en el fondo me va el drama y descolocar a la gente.

- Yo entiendo perfectamente que si solo subes al club para arreglar cosas, y trabajar, después de tu propia jornada de trabajo, acabes diciendo que no quieres saber más. Igual los veteranos, los que estáis desconectados encontraríais una ayuda si pensaseis que no hay que coger una escoba el primer día. Podéis venir a la hora del entrenamiento cualquier día por semana, alguien andará por ahí vendo el entrenamiento, padres, delegados, jugadores, algún veterano, un crio lesionado, un bar man que nunca esta en el bar. O el viernes, que es el día grande del club. Os tomáis una birra y descubrís que se esta muy bien viendo a los críos entrenar, a los delegados romperse la cabeza y conspirar. Luego te sorprenderás queriendo volver a los pocos días a respirar ese ambiente. Y vuelves y das un paseo por El Naranco mientras los guajes entrenan, y dos semanas después ayudas a arreglar algo. Y tras terminar un café caliente con una magdalena. Y eso también es el club.

Como dijo el predicador, podría dar sermones más cortos, pero cuando empiezo me da pereza parar.

Otro regalo del club es toparte en el kuivi o en el paraguas con padres del club y amigos, a veces vas un poco Lindsay Lohan y es peligroso, pero bueno, todos tenemos una vida fuera del club. Y presta siempre ver gente buena y conocida.

De todas formas mi conversación favorita de la semana en el bar fue sobre la historia reciente de Inglaterra (soy un poco de la escuela de Blas de Lezo sobre la pérfida Albion, pero uno no quiere ofender a nadie) me sorprendí descubriendo la irlandesidad de alguien, y hablamos de ello, de los Jam y de la New Wave. Cosas normales. Pero interesantes.

Echo de menos a mi amigo Miki, pero no me faltan delegados enajenados.

Cierro con lo más importante, el rugby en sí. Ayer sábado arranco la temporada, me advirtieron por varios frentes que habría ambiente en la grada. Lo hubo, y Mateo (un amigo) me echo una mano en el bar.

Se agradeció, se intenta dar el mejor servicio posible, De veras.

Me gusto el ambiente, una fiesta del rugby asturiano, mucha gente de Gijón y mucha gente del club viendo un duelo en DHB entre equipos Asturianos, ojalá sea el primero de muchos. Tras el entrenamiento de los peques por la mañana asistí atónito a una reforma maravillosa en la terraza del bar. Mi sombrerazo a los responsables. Luego Belén me hizo una prolongada cobertura en busca de cambio y llego el visitante y el partido. Fue un debut para muchos en DHB, suerte a Gijón en su temporada y nosotros a lo nuestro. Los recién llegados, conocidos o no, pintan bien.

Tenemos guindilla, puño, proyectil, torre, muro y antílope todo bien incorporado a nuestro arsenal. Da gusto verlos integrarse en el grupo sin mayor drama. 

El viernes tuve cena con 3 o 4 amigos de Llanera, me apercibieron, “cuídanoslo bien” y yo me encogí muy honesto. “No tengo que cuidarlo, ha caído de pie en el vestuario y sus compañeros le cuidaran mejor que nadie” Los del senior han currado estos días en sus cosillas en el campo, y me gusta lo que han hecho, esta instalaciones tiene jirones de piel y mechones de pelo de mucha mucha gente. Y las nuevas generaciones van haciendo su parte. Gracias a los chavales de la puerta y la rifa. Bien guiados hicieron un excelente trabajo.

No-lo-se, puede que fuese ver a mi amigo Tato muy contento, puede que fuese sentir a todos satisfechos o la victoria de Irlanda. Puede que fuese mi rara amistad con esa antítesis mía que es Marito Folgueras, pero yo creo que ayer me dejaron feliz y contento el club, el rugby y Asturias. Gracias a todos por contribuir a ello.

Piedras de toque


Ordizia y Vrac son dos CLUBS muy serios que funcionan muy bien y que llevan mucho tiempo haciendo las cosas bien. Jugar contra ellos te hace crecer y que nos hayan visitado para celebrar nuestro 40 aniversario me deja pensando que se esta en el buen camino. No hay opinión más fiable sobre los partidos que la de los jugadores y técnicos y el domingo, disfrutando del Fiyi Australia (vamos Fiyi!) palpe un nivel de satisfacción alto pese a las derrotas. La mayoría de nuestros jugadores tienen experiencia y madurez suficiente para no necesitar nada para confiar en si mismos. Confiar no es creer que no tienes defectos, es saber que haces bien y enfrentarte a aquello que haces mal con determinación. Un partido contra clubs mas modestos habría arrojado resultados mas agradables, pero enfrentarte a equipos de este calibre te permite aprender, ponerte en tu sitio, ver cuanto queda por hacer….gran acierto traerlos y gran actitud de los nuestros plantándoles cara.

Desde el bar Vrac y Ordizia fueron buenos invitados, esperaba más gente, de fuera y de casa, pero no fue mal día. De la noche de juerga con la gente de Ordizia solo diré que tienen un gran grupo humano. Es bonito ver a equipos con ese tipo de actitud a ese nivel.

El fin de semana que viene duelo contra Gijón rugby en DHB hay que darles la bienvenida, me encantaría ver a todo el club y media ciudad allí. Nunca renunciare a mi optimismo.

Esto marcha

Eso gritaba el personaje interpretado por Tom Sizemore en las playas de Omaha en la película Salvar al soldado Ryan.

Lo hacía porque sus zapadores habían abierto brecha en el muro Atlántico y se podía, por fin, salir de la maldita playa.

La pretemporada es ese estado en el que los equipos trabajan por salir de la playa y empezar a conquistar objetivos lo antes posible. 

Arrancaba el mundial de rugby y jugábamos el primer amistoso, con los preparativos del 40 aniversario del club en su fase crítica

Creedme, el club vive días interesantes, y el trabajo de alguna gente merece una mínima recompensa de respeto por su labor.

Universidad de Bilbao me cae simpático, el partido se encrespó, pero son gajes del rugby. Son una buena piedra de toque, un rival exigente, quizá no uno de los favoritos de la categoría pero si uno de los que no te perdonan un mal día. Cuando su gente desfila por el bar trae buen rollo. Y sus guajes en el post partido fueron educados. La perspectiva desde el bar es casi siempre amable.

Primera parte suya, segunda nuestra. Oportunidad para conocer a los nuevos. Aquí, el pasado y el de donde vengas importa poco, si tienes actitud y sumas, todo ira bien, si pretendes vivir de rentas y no tienes la actitud adecuada la adaptación sera más compleja.

Día tranquilo en el bar con Jorgito, Belén y Miki muy presentes. No se me formó cola en el descanso, faltaba gente.

Tocar seguir trabajando.

Tengo la sensación de que hay más gente en el campo y flotando alrededor de él. Firmaba seguir en esta linea. Ahora a pelear para que la cantidad y la calidad vayan juntas y en progresión. Bienvenidos todos. Nevera nueva. Si falta Mahou fria me van a tener que dar el carnet de gilipollas.

Os veo este sábado con el triangular con VRAC y Ordizia. (si es que no os he visto ya)

40 años y tanto por hacer.

Algo se mueve en el club. No pocas voluntades se han puesto manos a la obra ante el inminente 40 aniversario del club. Este verano alejado del día a día del club, he tenido tiempo de echarlo (y echaros) de menos, de pensar, y de encontrarme con Miniwilly, con Juan, con Zipi y Zape, con Kolo y Victor, con Gonzalo y Vallina, de currar un poco con José y ese excelente flanker que era Fran. No he perdido la oportunidad. Que no estés en la organización del 40 aniversario no quiere decir que no tengas un compromiso con el evento.

Luego cada uno lo atenderá en conciencia, pero hasta el más tierno de nuestros sub 6 puede ayudar, no tiene que levantar pales. Ni que ejercer de azafata, preparar textos, o buscar fotos en la hemeroteca.

No tendrá que despertar a esos adormecidos ex jugadores que tanto pueden darnos con muy poco esfuerzo.

Basta con ponerse la casaca del club. O esas sudaderas diseñadas por mi amigo Juancho, o acercarse al evento en brazos de sus padres o de su hermano mayor. Es una excelente oportunidad de darle visibilidad a un club histórico, es una excelente oportunidad de decir “Aquí estamos, una familia de miles de personas en estos 40 años, discrepantes muchas veces, pero comprometidos con una institución, en las duras y en las maduras.” Que los esfuerzos no recompensados y desavenencias no os retengan, el club esta por encima de cualquier afrenta o problema, porque empezando por el barman, aquí todos somos humanos y podemos ser injustos o torpes (sobre todo torpe en mi caso) pero que el camarero del ORC pueda equivocarse un día no es culpa del club. Ni debe afectarle.

Por eso os animo, a implicaros en el 40 aniversario del club, y por eso animo a todo el rugby, más allá del club a unirse a esta fiesta. Porque visibilizar un club de Rugby es visibilizar el RUGBY y eso es bueno para todos, por encima de colores y escudos. No es tan difícil, solo hay que acercarse a los eventos. Creerme os estaremos esperando con la mejor de las sonrisas. Feliz fin de verano. A ver si dignifico el bar de cara a la nueva temporada. Lo empecé a hacer ante ayer.

¿Que es un club de rugby?

Soy un poco filósofo, pero es que me parece vital saber de que estas hablando cuando abres la boca. Ayer me sorprendió un amigo, antes de que arrancase la jornada haciéndome la pregunta que encabeza esta entrada.

Abrí el campo a las 8 y media, con un loco de pelo ensortijado y el archi enemigo de Alegría por única compañía. Desayunamos en el bar mientras se preparaban las empanadas. Limpieza del bar. Limpieza de la terraza. Llegada de Fermin, Arturo, Matías, Tasos, un goteo continuo de gente, que sin que hiciese falta pedirlo, agarraba una escoba, una fregona, una bolsa de basura, lo que hiciese falta. Y se ponía a currar. Va llegando la gente y arranca la jornada, las empanadas silba a mi alrededor y tras unos cafés, el medio día abre la veda. La cerveza vuela, aprendo una lección (van 13870) y pienso que no puedo olvidarla de hoy en un año. Nos visita el doctor, se le echaba de menos. 

La verdad es que faltó muy poca gente, me acorde de algunos (a alguno hasta le escribí) pero en general, vi a casi todo el club por el campo. La jornada en el bar va lenta, lenta y amable espero. Pero con Jose, Facu, Ambar, Gala y Tato. Tiramos para adelante, Tritri a los mandos de la parrilla. Jose Manuel como fotógrafo oficial, y Mabel, Tato y Arturo rindiendo homenaje a Boli. 

Bonito reconocimiento, merecido, creedme. 

La jornada continua y vamos perdiendo efectivos. Quedan los clásicos (no todos) Y a eso de las 20:00 me doy por vencido y cierro la puerta.
Y en la madrugada llegó a mi cama y mientras me tiro a dormir en la mejor cama del mundo pienso, ¿y que narices es un club de rugby?

Un club de rugby es su pasado, que conviene respetar. Pero nada vive solo de su pasado.

Un club de rugby es su futuro por el que conviene trabajar.

Un club de rugby es su presente, porque de nada sirve el trabajo del ayer si no trabajas hoy, y de nada servirá el esfuerzo de mañana si hoy no hay dedicación.

Un club de rugby son sus equipos seniors, cuyos jugadores hacen encaje de bolillos con la agenda para que tu puedas ver rugby en tu ciudad.

Un club de rugby son sus categorías inferiores, el respeto a la labor de los entrenadores y los propios críos (si quieres faltar al respeto al trabajador, este no es tu lugar) y el esfuerzo de todos porque estos crios sean mejores personas (hoy lo digo, Jimmy, mi único tocayo en el club, chapeau por tu evolución personal este año, al menos dentro del bar) y mejores jugadores de rugby.

Un club de rugby son sus delegados, cómplices de jugadores, directiva y entrenadores. Cuya labor es bastante ingrata.

Un club de rugby es su directiva, otra labor muy ingrata. Cuyos fallos se reseñan y cuyos aciertos rara vez se recuerdan.

Un club de rugby, son sus padres. La bonhomia de Juan Tomas. La Sonrisa de Fernando. La retranca de Naves, la tranquilidad de Calero, el ruido, bendito ruido que trae Gonzalo, la guerra con Victor. Mi añorada María. El sargento de Hierro de Cangas. La eterna actitud conciliadora de Juan F (lo que nos aguantas a Victor y a mi) esos crecientes Aitor y Fran. La luz que trae Laura. Y esos dos padres y delegados que son Carlos y Patricia y que solo con entrar ya mejoran el ambiente en el bar. Perdonad que haya personalizado, pero mi di esta licencia hoy. Estoy seguro que dara juego para que el año que viene os metais conmigo. Pero honestamente podría mencionar a muchos más.
Un club de rugby son sus instalaciones, este campo tiene muchos inconvenientes, pero es nuestra casa, y bien sabemos que la disfrutamos. Hay que cuidarla un poco más. Y hay que conseguir que nos ayuden a ello.

Un club de rugby son las horas libres que le regalas, haciendo empanadas, supervisando una obra. Comprando todo lo necesario, limpiando vestuarios, pintando las lineas del campo, aplanando el terreno. Recogiendo basura, recopilando ropa olvidada (abandonada sería mas acertado en muchos casos) organizando eventos, haciendo captaciones, entrenando críos, pintando pancartas para la grada.

Un club de rugby, tiene que aspirar a ser un sitio donde no vayas solo porque tu, o un allegado entrenáis. Si no un sitio donde vas por gusto.

Un club de rugby, son esos amigos que vienen a vernos, sin tener nada que ver, Andres, Mateo, Doctor, Rocio. La masa social mas importante es la que acude, no porque juegue su hijo, hermano o padre, sino porque quiere al club y al rugby. Ahí tenemos que empujar todos para que crezca. A veces (quizá de manera interesada) me imagino la iniciativa de, “trae un amigo a la grada”

Un club de rugby son sus patrocinadores que nos ayudan de manera inestimable, y a los que tenemos que agradecer todo lo que nos dan.

Un club de rugby son sus veteranos, que ofrecen todo tipo de ayudas, y saben lo duro que es este juego y lo sufrido que es practicarlo.
El A seguirá en DHB el año que viene, el B tiene aun que encontrar su lugar en regional. No es un castigo jugar con él, y hay que hacer todo lo posible porque no se perciba así.

Los chavales en todas las categorías nos hacen sentir orgullosos, desde el bar lo tengo muy claro, mucho crio con buenos valores hay en este club. Y no pocos con talento para el rugby.

El femenino sigue evolucionando, año difícil solventado lo mejor posible. Se apuesta por ellas.

Siempre hay trabajo por hacer, cada día lo tengo más claro, si llegas al campo y decides no mejorar un poquito las cosas es porque quieres.
Gracias a todos por el día de ayer, y sin querer ponerme bíblico, perdonadme todos mis pecados.

Me voy a ver a mi sobrina que tiene fiebre y necesita reírse un poco.

Jaime Corrales

Bloguero y bodeguero del Oviedo Rugby

Crecer, crecer y crecer.

Hace unos días nuestros enanos se fueron a Soraluce a jugar al rugby. Todo lo que tenga que ver con rugby nos interesa, el politiqueo y odios atávicos cada día me dan mas pereza. Diría que por esas cosas el rugby español está como está, pero sería quedarme corto. Soraluce es un pequeño pueblo en el corazón del Pais Vasco. Su equipo no va sobrado de nada, pero, que anfitriones, que entrega, que buena impresión nos dejaron. 

La temporada toca a su fin, ese ejemplar ejemplo que veo en Sergio Ojanguren pasó su mañana de sábado arreglando los grifos de la rampa. Siempre a favor de los que hablan poco, critican menos y si ven algo que no les gusta ofrecen ayuda antes que consejos. Se que no era su trabajo, pero creedme, no es el primero, que entrega horas desinteresadamente al club. Como mínimo hay que honrarle, a él, al senior masculino, al femenino, a algunos cachorros que entienden que el club es su casa, a los delegados, directivos, aficionados incondicionales, ex jugadores aun implicados y padres, que con su respeto y actitud favorecen la convivencia en el club y facilitan el nunca recompensado trabajo de jugadores, técnicos, delegados y directivos. 

Somos un club pequeño y no sobra nadie, ni la oveja mas descarriada. A mi me da orgullo ver a Luis y Rocio pintarse el alma de azul, me encanta como Aitor y Fran han caído de pie, me gusta ver como muchos guajes (mi tocayo entre ellos) van ganando valores día a día, gracias a sus padres, sin duda, pero en (una pequeña) parte gracias al rugby y al club. 

Mañana es el día grande del club.
Luego tocara analizar el año.
A todos los niveles.
Pero preparaos para disfrutar. 
Un abrazo.